Entrevista con esencia: María

  • María, mamá de 2 preciosas niñas: Clara (4 años) y Luna (1 año), mamá a tiempo completo por decisión propia, amante del cine, la lectura, la pintura, salir con amigos, reírse mucho y disfrutar de la vida todo lo que se pueda.

- ¿Cómo te sientes siendo madre? ¿te ha empoderado la maternidad?

Me siento plena, completa. Si no tuviera hijos, supongo que habría encontrado otra forma de completarme, pero siempre había querido tenerlos y esperaba tener este tipo de sentimiento. Me siento más mujer, más fuerte y poderosa. Sí, me siento empoderada, tengo al cargo dos pequeñas criaturas y mucho de lo que yo haga, va a repercutir en quienes ellas sean en el futuro. Es una gran responsabilidad. Me siento un poco como una fuente de la que ellas beben y se nutren (no sólo fisiológicamente porque hacemos lactancia en tándem), sino emocional y psicológicamente.

- Ahora que eres madre ¿cuidas tu espacio personal? ¿te reservas tiempo para ti?
Por desgracia, no, y ya me gustaría porque considero que es esencial. No tengo casi ayuda con las niñas (mi pareja me ayuda a que saque algún ratillo los fines de semana) y el tiempo para mí es un bien muy escaso en estos momentos. A veces pierdo la paciencia más de lo que me gustaría con la mayor, y sé que si tuviera la oportunidad de descansar un poco más y de desconectar, estaría más calmada en algunas situaciones en las que hubiera debido estarlo (como cuando la mayor me ha preguntado cien mil veces la misma cosa mientras estoy cocinando con la peque a la teta y suena el timbre!).
- ¿Qué emociones te despiertan tus hijas? ¿qué te mueven internamente?
Una felicidad plena, como creo nunca había sentido. Me hacen sentir la mujer más afortunada del mundo por ser su madre, por verlas crecer, aprender, reírse, enseñarse, admirarse…Hacen aflorar mis instintos más primarios, de mamífera, de mamá protectora (con cuidado a veces de no protegerlas demasiado y no tenerlas entre (demasiados) algodones, no se me vayan a romper).
- ¿Qué mensajes lanzas inconscientemente a tus hijas? ¿qué quieres que se lleven de ti?
Pues quizá el respeto hacia los demás, el hacerles entender que todos somos iguales y merecemos el mismo trato, y que a todos nos gusta que nos escuchen, nos atiendan, nos miren a los ojos, sean amables con nosotros.
Me gustaría que se llevasen mi empatía, que pudieran entender cómo se sienten los demás para poder echarles una mano cuando lo necesitan, aunque sólo sea con un abrazo, una mano o su mera presencia.
- ¿Qué tipo de educación sostienes a la hora de criarlas: con apego, respetuosa, positiva...?
No me gusta mucho eso de ponerle una etiqueta a las diferentes formas de crianza. El Dr. Sears empezó a hablar de “attachment parenting”, o crianza con apego y hay gente que cree que hay que seguir unas normas o si no, lo estás haciendo mal. Yo creo que aprendí a escuchar mis instintos (después unos meses sin dormir mucho cuando la mayor tenía sólo unos meses) y decidí dejar de oír los consejos de todo el mundo, padres y no padres. A quien escucho ahora es a mis hijas y sigo su ritmo. Así que terminamos colechando, porteando, “teteando”, y haciendo la alimentación complementaria guiada por el bebé (baby led-weaning). Somos más felices y estamos mucho menos estresados.
- ¿Crees que otro tipo de educación es posible? ¿qué pasos serían necesarios ir dando para que el paradigma cambie?
Creo que sí es posible pero que hay mucho que hacer. Parece que viene una ola fuerte de cambio en la que padres y educadores tienen ganas de participar. Últimamente más colegios se están abriendo a la educación por proyectos donde se deja más que el niño haga y que aprenda haciendo, no sólo mirando cómo otros hacen o memorizando. Es, de nuevo, una educación basada en el respeto, no en la imposición.